Perspectiva desde el “bench”

La pandemia del Covid-19 y los laboratorios clínicos en Puerto Rico

El año 2020 se vislumbraba como el tiempo de recuperación económica luego de haber sobrevivido al embate del huracán María sobre nuestra isla del encanto. Sin embargo, el nuevo año nos sorprendió desde el 6 de enero, donde comenzaron los terremotos en el área sur de la isla, y haciendo la transición a un estado de emergencia de una muy diferente naturaleza: la pandemia por el virus SARS-Cov-2 o mejor conocido como COVID-19.

En Puerto Rico contamos con alrededor de 900 laboratorios clínicos, distribuidos por toda la isla, y brindan servicios hasta en los sectores frecuentemente olvidados por el gobierno y la sociedad. Contamos con Escuelas de Tecnología Médica en la isla que gradúan profesionales con las más altas cualificaciones y licencias, incluyendo las del ASCP (American Society for Clinical Pathology). Mientras que Estados Unidos continental enfrenta una considerable necesidad de estos profesionales de la salud, aproximadamente de unos 700,000 tecnólogos médicos antes de surgir la pandemia, Puerto Rico muestra un gran desconocimiento por esta rama de la salud y la pandemia lo evidenció públicamente.

Nuestros profesionales son reclutados para EU antes de graduarse.

El rol del tecnólogo médico va más allá de tomar muestras de sangre. Es un profesional preparado a nivel universitario y postgraduado tanto en la medicina de laboratorio, como en las diferentes enfermedades y condiciones clínicas que enfrenta nuestra población. Son un eslabón clave en el proceso de llegar a un diagnóstico certero y preciso, y luego en el seguimiento de la condición, y tratamiento.

Apariencia vs realidad

En nuestra sociedad, hay una falsa imagen, de que los tecnólogos médicos y los laboratorios clínicos, son minas de oro, muy accesibles, y negocios para invertir en el futuro. La muy discutida “era de envejecimiento de los Baby Boomers” ha llevado a personas a invertir en negocios en el campo de la salud, por la creciente población que se espera. Pero hay una realidad, el gobierno de los Estados Unidos, también se ha preparado para ese momento. En tiempos donde la salud de la población va en deterioro, por nuestros estilos de vida, deficiente alimentación, falta de ejercicio, y un aumento en las enfermedades autoinmunes a consecuencia del stress, los gastos gubernamentales en servicios de salud han aumentado dramáticamente. Para este impacto, se han ido cortando los precios en las tarifas de procedimientos, mientras que las reglas que determinan la necesidad médica para que un procedimiento esté cubierto, se han vuelto mas restrictivas. Pero sí hubo una “época de oro”, como le llamaban aquí en Puerto Rico, donde la tarifa por un panel de química de un plan privado rondaba los $60. Hoy día, los planes médicos pagan alrededor de $14 por el mismo panel. ¿Qué ha cambiado? Hoy, los instrumentos de análisis, y los reactivos que utilizan, han subido de precio como en un 400% (siendo conservadora), pero las tarifas han bajado de forma inversa.

Seremos más fuertes

Entonces, llegó el Covid-19, sin invitación, y sin que nos diera tiempo a realizar los prepativos necesarios.

De momento, era urgente el hacer pruebas. Lo único que se escuchaba en los medios era información sobre las pruebas. ¡Llegó el momento de brillar para los tecnólogos médicos y los laboratorios clínicos de la isla! Pero no fue así.

El gobierno creyó conveniente, que la información la brindaran otros profesionales de la salud y se expresaban en los medios de comunicación trayendo confusión y mayor desasosiego. Habiendo 900 laboratorios, pareció una mejor idea, dejar a un lado a los expertos en las pruebas para que otros profesionales como las enfermeras, médicos y farmacéuticos llevaran a cabo las mismas. Y se seguían escuchando las informaciones que no concordaban en ningún lugar. Y el pueblo dejó de creer en los resultados de las pruebas que se estaban realizando.

Pero mis colegas, profesionales de corazón, (ya que no es una profesión a la que entras para hacer dinero), dieron el todo por el todo. Comenzó a escucharse la voz de los profesionales que por años trabajaban en silencio. Los laboratorios han navegado contra viento y marea, para conseguir las pruebas, brindarle los servicios a la ciudadanía, y ser pieza clave en la reapertura de negocios y empleados puedan volver a producir para nuestro país. No ha sido tarea fácil. Han tenido que educar a sus pacientes, sobre los procesos tan precisos que se llevan a cabo en el laboratorio para obtener resultados de calidad. Han estado brindando los servicios a pesar de las tarifas incomprensibles de las aseguradoras para estos servicios. Han tenido que establecer protocolos más estrictos para proteger a sus pacientes y a sus empleados, que al final del día regresan a su hogar luego de manejar muestras que contienen el virus.

Aunque el panorama se vea difícil, vendrán tiempos mejores y seremos más Fuertes y estaremos mejor preparados. Es tiempo de seguir mejorando procesos, y buscar las medidas necesarias y apropiadas para seguir siendo los héroes que hemos sido hasta ahora. Porque no todos los héroes llevan capa, algunos llevan batas.

Article written by: Myrnaly Sepulveda Bachier, MBST (ASCP), DEMA Lab Services

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